Solicitar una hipoteca con aval significa implicar a algún familiar o amigo en ese contrato. En el artículo de esta semana os contaremos todo lo que significa ser avalista y que implicaciones legales y económicas tiene. 

Qué es una hipoteca con aval

En el momento en el que solicitamos un préstamo hipotecario para compra de vivienda, está claro que estamos solicitando una cantidad elevada de dinero. Es por esto mismo que la entidad a quién se lo solicitemos puede pedir alguna garantía adicional para concederlo.

En caso de que el cliente no cumpla con todos los requisitos del banco, se le propondrá una hipoteca con aval y entrará en juego el papel del avalista. En este artículo puedes consultar todos los requisitos de hipoteca 2020. 

¿Para qué sirve el aval?

Como ya comentábamos, el aval funciona como una garantía extra para la entidad que nos concede el préstamo. 

Según la definición del Banco de España, es un contrato a través del cual una persona garantiza que otra persona cumplirá con sus obligaciones económicas, y en caso de que no sea así, asumirá el pago de la deuda del otro.  

¿Qué es un avalista?

Un avalista es la persona que garantiza el pago de una deuda, en caso de que el titular no se haga cargo de la cuotas. Esta figura es muy común cuando la entidades bancarias consideran que no existe la seguridad suficiente de devolución del préstamo y buscan una garantía extra. 

En caso de impago por parte del titular del préstamo, el avalista responderá por este con sus bienes presentes y futuros. Esto significa que se hará cargo del pago la deuda del titular. Explicado de una forma muy simple: el avalista se convierte en la figura legal que refuerza y ejecuta el pago del préstamo. 

En algunos casos también existen los avales bancarios, en los que el avalista es el propio banco. Los más habituales son los llamados avales técnicos, que se basan en un documento de la entidad por el cual se acredita el buen cumplimiento de las obligaciones financieras del cliente. 

Solicitar una hipoteca con aval: requisitos para ser avalista

De la misma forma que para conceder una hipoteca el banco solicita que cumplamos una serie de requisitos, para tramitar una hipoteca con aval, el avalista también debe cumplir los mismos requisitos. 

  • Ser mayor de edad. Evidentemente, y como con cualquier otro préstamo, el avalista deberá ser siempre mayor de edad. 
  • Ingresos elevados y estables. Estos pueden provenir de una nómina o pensión o cualquier otra fuente estable de ingresos. El avalista tendrá que demostrar que será capaz de hacer frente a los pagos en caso de que el titular de la hipoteca deje de hacerlo. 
  • Historial crediticio limpio. Para que la entidad financiera acepte a un avalista, este no deberá tener ninguna deuda pendiente. Se comprobará a través del CIRBE (Central de Información de Riesgos del Banco de España) que no tenga otros préstamos o hipotecas en curso. 
  • Contar con patrimonio propio. Esto se utiliza como garantía adicional, ya que en caso de impago, tanto por parte del titular como del avalista, este último podrá responder con su propio patrimonio.

¿Qué implica ser avalista?

La implicación más importante para un avalista es que responderá con todos su bienes presentes y futuros en caso de impago de la deuda por parte del titular. 

Antes de que esto ocurra, deberá quedar demostrada la incapacidad de pago por parte del titular, tanto con sus ingresos como con sus propiedades, si las tuviera. Una vez demostrado esto, el avalista pasaría a hacerse cargo de la devolución del préstamo y de los posibles intereses de demora que se hayan generado. 

Hijo adulto pide a su padre que sea avalista para que pueda pedir una hipoteca con aval

Riesgos de una hipoteca con aval

A modo de resumen, estos son los riesgos e implicaciones de los que se tendrá que hacer cargo el avalista: 

  • Asumirá el pago de las cuotas y los intereses en caso de que el titular deje de hacerlo. 
  • Las consecuencias legales en caso de impago serán las mismas que para el titular del préstamo. Esto significa que se podría llegar hasta el embargo de sueldo o bienes inmuebles del avalista, en caso necesario. 
  • El nombre del avalista figurará en la CIRBE (Central de Información de Riesgos del banco de España). Esto implica que se reduce la capacidad de esa persona de pedir otro préstamo, ya que ya tiene una obligación previa contraída. 

Finalmente, los riesgos e implicaciones para el avalista dependerán del tipo de aval que se firme y también de las probabilidades de que el titular del préstamo deje de cumplir. Normalmente, en el caso de una hipoteca con aval, el acreedor podrá exigir la ejecución del aval, una vez se haya demostrado la imposibilidad de pago por parte del titular. 

Dudas frecuentes que puede tener un avalista

En el momento de solicitar una hipoteca con aval y pedir a algún familiar o amigo que nos avale, es muy habitual que surjan dudas, sobretodo por parte del avalista. Vamos a aclarar las más frecuentes. 

¿Puedo avalar teniendo hipoteca?

En principio, y como ya hemos avanzado antes, la respuesta es negativa. Uno de los requisitos que debe cumplir el avalista es no tener ninguna deuda pendiente, y esto incluye las hipotecas. Cuanto más limpio esté el historial de crédito de la persona que elijamos como garantía para nuestra hipoteca con aval, mejor. 

Sin embargo, cabe tener en cuenta que, en algunos casos, se podría aceptar a un avalista que tuviera una hipoteca de la que quedara muy poca carga pendiente. 

¿Puedo pedir una hipoteca si soy avalista?

En el momento de solicitar una hipoteca, lo que estudia el banco es la solvencia económica del cliente. Con los requisitos que establecen, lo que buscan es correr los mínimos riesgos y asegurarse la devolución del préstamo. 

Constar como avalista en el préstamo de un tercero es un riesgo añadido que la entidad bancaria tendrá en cuenta. Esto no significa que no vayan a concederte la hipoteca, aunque seguramente será más complicado. 

Si aun siendo avalista, el banco estudia tu caso y considera que cumples con todos los requisitos de estabilidad laboral y solvencia económica que te exigen, puede que tengas más posibilidades. Al final, todo dependerá de si la entidad bancaria te considera un perfil de riesgo o, por el contrario, cree que podrás devolver las cuotas sin problemas. 

Aval hipotecario fallecido: ¿desaparece el contrato en caso de deceso?

La respuesta es que no. Aunque la persona con la que hemos firmado el aval fallezca, el contrato seguirá vigente para sus herederos. Y, como consecuencia, serán estos los que pasarán a responder con sus bienes pasados y futuros en caso de impago. 

¿Cómo dejar de ser avalista?

Cómo dejar de ser avalista es una de las cuestiones que más preocupa a quienes lo son. Liberarse de ser avalista siempre dependerá del tipo de contrato que se haya firmado con la entidad. Aquí os dejamos alguna fórmulas para dejar de ser avalista: 

  • En algunos casos, una vez pagada una parte representativa del préstamo, la entidad bancaria permite liberar al avalista de su responsabilidad. 
  • Negociar con el banco la retirada del avalista. No acostumbra a ser un proceso sencillo y normalmente la entidad bancaria solicita aportar otras garantías a cambio. 
  • Renegociar la hipoteca con otra entidad. Con la subrogación de la hipoteca se puede negociar que la nueva entidad nos permita no incluir ningún avalista. 
  • La vía judicial. En último caso se podría recurrir a la vía judicial, pidiendo declarar nula la cláusula del aval por falta de transparencia. Aunque, evidentemente, será un proceso largo y complicado. 

¿Quién puede ayudarme al solicitar una hipoteca con aval?

Otro de los temas más frecuentes en torno a  una hipoteca con aval, es a quién podemos solicitar este aval. Lo más común es pedírselo a familiares cercanos. 

Madre mayor ayudando a su hija con su hipoteca con aval

Hipoteca aval padres

Lo más común entre los jóvenes que van adquirir su primera vivienda es que soliciten la hipoteca con aval de los padres. Además, los sueldos bajos y la inestabilidad laboral que han caracterizado el país en los últimos años, no han hecho más que dificultar aún más el acceso a la vivienda por parte de los jóvenes. 

Según un estudio realizado por el portal Fotocasa, en 2018 un 11% de los compradores de vivienda solicitó ayuda a un familiar, es decir un aval. En 2019 este porcentaje aumentó al 13%, por lo que si la tendencia se consolida, los españoles cada vez necesitarán más ayuda para acceder a la compra de vivienda. 

¿Me puede avalar un pensionista?

Siempre que el pensionista y su solvencia económica cumplan con los requisitos de los bancos, la respuesta es que sí. Normalmente, el hecho de cobrar una pensión pública es un signo de estabilidad económica que puede ayudar en estos casos. 

En cualquier caso, siempre se debe tener en cuenta que solicitar a un amigo o familiar que nos avale no es algo que se pueda hacer a la ligera. Como hemos visto, las responsabilidades por parte del avalista son muchas y lo pueden llegar a poner en problemas económicos o legales. 

Hipoteca con aval de otra vivienda

También existe la posibilidad de avalar la hipoteca con otra vivienda. En este caso el avalista pondrá su patrimonio como garantía del préstamo. Para pedir una hipoteca con aval de otra vivienda, se suele exigir que ésta no tenga ninguna carga pendiente.  

Otra cosa distinta son los préstamos con garantía hipotecaria. Normalmente no se utilizan para adquisición de otra vivienda, sino con otras finalidades, como solucionar problemas de liquidez, hacer inversiones o empezar un negocio nuevo, entre otras. 

Préstamos con garantía hipotecaria con Suitaprest

Solicitar nuestros préstamos con garantía hipotecaria es muy sencillo a través del formulario de nuestra página web. En Suitaprest nos podemos permitir ser más flexibles con los requisitos de concesión y no te pediremos garantías ni avales extra. En este artículo puedes saber más sobre los préstamos de capital privado sin aval.

Y por supuesto, si te queda alguna duda sobre el proceso, no dudes en contactar con nosotros para que nuestros gestores puedan estudiar tu caso concreto.