Así como la semana pasada os hablábamos de las hipotecas con aval y del riesgo que conlleva ser avalista, esta semana os queremos contar qué es un aval bancario. Detallaremos los tipos de avales bancarios que existen, cómo solicitarlos y cuáles son sus finalidades principales. 

¿Qué es un aval bancario?

Un aval bancario no es más que una garantía, mediante la que la entidad bancaria responderá por las obligaciones del avalado, en caso de que este no las cumpla. 

Según el Banco de España, un aval es un contrato a través del cual una de las partes asegura el cumplimiento de las obligaciones de la otra parte. Haciéndose cargo, si es necesario, de los pagos de la deuda de esta persona. 

En este caso, el avalista sería la misma entidad bancaria. En este sentido, el beneficiario podría reclamar directamente al banco el pago de las obligaciones del deudor. 

¿Para qué sirve un aval bancario?

A través del aval bancario, el banco se hace responsable de las obligaciones del avalado y, obviamente cobrará una comisión por ello. Si te preguntas para qué sirve un aval bancario, debes saber que se suele utilizar en contratos de alquiler, operaciones de crédito, licitaciones o concursos públicos. 

Es importante entender que esta operación bancaria, no funciona como si se tratara de un seguro. Es decir, en el caso de que la entidad bancaria se haga cargo de tus responsabilidades económicas, posteriormente te las reclamará y acabarás pagando igualmente. 

¿Quién interviene en un aval bancario?

Ahora que ya sabemos qué es un aval bancario y para qué sirve, vamos a ver qué figuras intervienen en este contrato. 

  1. Por un lado tenemos al avalista, que en este caso es el banco, y que responderá por su cliente en caso necesario. 
  2. El avalado es el cliente que cuenta con el apoyo de la entidad bancaria. 
  3. Y por último, el beneficiario. En caso de salir perjudicado por el incumplimiento del contrato, este podrá reclamar al banco su responsabilidad. 

Asesor financiero explica a una pareja qué es un aval bancario

Tipos de avales bancarios

Existen  distintos tipos de avales de avales bancarios, según como los clasifiquemos.

Según su duración

  • Pueden durar un tiempo determinado, que se detallará en el contrato del aval. 
  • O de duración indefinida, que normalmente termina cuando lo hace la obligación por la que se solicita el aval. 

Según a quién pueda reclamar el beneficiario del aval

Aval bancario simple

El beneficiario debe reclamar primero al avalado y, en caso de que este no cumpla con sus obligaciones, podrá hacer lo mismo con el avalista. 

Aval bancario solidario

Se podrá reclamar indistintamente tanto al avalado como al avalista. 

Aval bancario a primer requerimiento

También son conocidos como avales independientes. El avalista queda obligado a pagar el importe que ha garantizado solo con que el beneficiario lo reclame. Además, no será necesario que este último acredite el incumplimiento por parte del avalado. 

Según la obligación garantizada

Aval técnico

En este caso el banco responde de que su cliente cumpla con unas responsabilidades que pueden ir más allá del ámbito económico. Este tipo de aval es habitual en contratos de obras o con una Administración Pública. En estos caso el avalado no solo es responsable de devolver una cantidad de dinero, sino de efectuar una obra correctamente o del funcionamiento de unos suministros, por ejemplo. 

Aval económico

Con los avales económicos la entidad bancaria se hace cargo de la devolución del dinero, en caso de que su cliente no lo haga. Normalmente este dinero ha sido previamente inmovilizado de las cuentas de este cliente. 

¿Cómo conseguir un aval bancario?

Conseguir un aval bancario, según las características que este tenga, no es una tarea sencilla. Debemos tener en cuenta que es una operación que conlleva riesgos para el avalista y, por eso, se tienen que cumplir una serie de requisitos. 

Aval bancario requisitos

Lo primero que estudiará el banco para concedernos el aval es nuestro perfil como cliente. No solo tendrá en cuenta nuestra solvencia económica, sino que también observará que tengamos un historial crediticio limpio. Esto significa que siempre nos hayamos hecho cargo de nuestras obligaciones económicas a tiempo. 

De este estudio que realice el banco dependerá tanto la cantidad avalada como el coste de este aval para el solicitante. Además, en algunos casos, el banco también puede inmovilizar una cantidad de dinero en las cuentas del solicitante, que servirá para amortizar el pago en caso de incumplimiento.  

Primer plano de un asesor que tiene una reunión con el cliente

¿Cómo pedir aval bancario?

Si te interesa saber cómo pedir un aval bancario, debes saber que lo primero que te solicitará el banco es que formalices ante un notario una Póliza de Cobertura de Garantía Bancaria. En el caso de que quieras solicitar más de un aval, la documentación solicitada se denomina Póliza de Cobertura para Límite de Garantías Bancarias. Este documento regula las condiciones del contrato entre el solicitante y el banco. 

Además, deberás seguir todas las indicaciones de la entidad bancaria para que puedan estudiar correctamente tu perfil y, finalmente te concedan el aval. 

¿Cuánto cuesta un aval bancario?

Evidentemente, los bancos cobran por prestar estos avales, puesto que se trata de operaciones de riesgo para ellos. Por eso muchas personas se preguntan el coste de un aval bancario. 

El coste de un aval bancario será directamente proporcional al riesgo que asuma el banco. Lo que se tiene en cuenta es la cantidad que se solicite en la garantía y la duración del aval. Además, hay una serie de comisiones y gastos que también se deben tener en cuenta: 

El coste del aval bancario incluye: 

  • Las comisiones de la entidad. Suelen suponer alrededor del 1,5% del valor total de la garantía prestada. Las comisiones se cobran por el estudio previo, la apertura del aval y la intervención ante el notario, entre otros. 
  • Otros gastos. Se trata de otros conceptos que van ligados a este tipo de operaciones, pero que no tienen que ver con el banco. Un ejemplo sería la formalización de la escritura pública o los gastos de notaría. 

¿Qué es un aval bancario para alquiler de piso?

Un aval bancario de alquiler es una garantía extra que el propietario del inmueble puede solicitar a un inquilino antes de firmar el contrato del alquiler. De esta forma, en caso de impago por parte del inquilino, el arrendador se asegura de que no perderá ese dinero. También se solicita para asegurarse de que el piso está en condiciones óptimas cuando finalice el contrato. 

Con los alquileres también existe el aval bancario a primer requerimiento, según el cual el arrendador podría ejecutar el aval sin presentar ninguna justificación. Es por esto mismo, que hay que ser muy cuidadosos en el momento de firmar el contrato, para más adelante no encontrarse con sorpresas.  

¿Cómo se hace un aval bancario para un alquiler

Para pedir un aval bancario para alquiler, lo que tenemos que hacer es acudir a la entidad bancaria en la que tenemos nuestra cuenta corriente. El banco recopilará información sobre nuestro perfil crediticio y nuestra situación laboral. 

Una vez hecho el estudio y si se nos concede el aval bancario de alquiler el banco nos informará sobre la condiciones que debemos cumplir. Normalmente se solicita dejar en depósito entre tres y seis meses del valor del alquiler. En caso de impago y de que el propietario ejecute el aval, el banco procederá a hacer el pago con el dinero de este depósito. 

¿Qué es un aval bancario empresas?

Si lo que se quiere solicitar es un aval bancario para negocio, se deberán tener en cuenta los mismos conceptos que hemos contado hasta ahora. Muchas entidades bancarias los proporcionan, aunque conseguirlos no siempre es fácil. 

De la misma forma que con un particular, para conseguir un aval bancario para empresas, la entidad bancaria tendrá en cuenta la solvencia de la compañía y su historial crediticio. Además, el coste del mismo también dependerá de la cantidad que se solicite en la garantía y de la duración de esta. 

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