La incertidumbre es tal que definiciones técnicamente incorrectas se han convertido en la norma en el uso cotidiano. En este artículo, te resolvemos todas las dudas a partir de definiciones legales y fiables para que por fin puedas distinguir estos conceptos.
Hipoteca frente a préstamo con garantía hipotecaria
Aunque estos términos suelen confundirse, una hipoteca (o garantía hipotecaria) y un préstamo con garantía hipotecaria no son lo mismo.
Según el uso común, la diferencia entre hipoteca y préstamo con garantía hipotecaria es que el primer término hace referencia a un préstamo hipotecario que utiliza como garantía la misma propiedad que se compra, mientras que el segundo permite utilizar cualquier propiedad (casa, oficina, tienda, etc.) como garantía y puede solicitarse para cualquier fin (financiar un coche estando en ASNEF, cubrir gastos médicos, reformas en casa, etc.).
Término | Hipoteca (o garantía hipotecaria) | Préstamo hipotecario | Préstamo con garantía hipotecaria |
Definición legal | Una garantía accesoria a un préstamo o crédito, es decir, el derecho real sobre la propiedad que garantiza el cumplimiento del préstamo. | Un préstamo que utiliza una hipoteca como garantía. Similar a un préstamo con garantía hipotecaria. | Un préstamo que utiliza una hipoteca como garantía.Similar a un préstamo hipotecario. |
Uso común | Coloquialmente, se le llama hipoteca a un préstamo hipotecario, aunque en realidad la hipoteca es el derecho real sobre la finca para garantizar el cumplimiento del préstamo. | En su uso común, se llama hipoteca a un préstamo hipotecario, aunque en realidad la hipoteca es el derecho real sobre la finca para garantizar el cumplimiento del préstamo. La “hipoteca”, como lo entienden la mayoría de las personas, hace referencia a que la propiedad que estás financiando con el préstamo es la misma que usas como garantía. En el uso diario, muchas personas se refieren a este tipo de préstamo como «hipoteca». | Similar al préstamo hipotecario, pero con la diferencia de que cualquier propiedad que poseas (casa, tienda, oficina, etc.) sirve como garantía y el préstamo puede utilizarse para cualquier fin (financiar la misma propiedad, renovar una casa, reunificar deudas, salir de ASNEF, comprar un coche, etc.). |
Desde el punto de vista legal, la diferencia entre hipoteca y préstamo con garantía hipotecaria es más clara, ya que la hipoteca tan solo es la garantía de un préstamo, es decir, no es un préstamo, mientras que un préstamo con garantía hipotecaria es un préstamo que utiliza la hipoteca como garantía. Además, en el ámbito legal, el préstamo hipotecario y el préstamo con garantía hipotecaria son conceptos similares, y hasta se emplean los mismos contratos.
Sin embargo, dado que la mayoría de gente no es experta en derecho ni en finanzas, en esta guía nos centraremos en los términos teniendo en cuenta su uso cotidiano. Vamos a empezar con el término “hipoteca”.
Hipoteca: concepto, tipos, y requisitos
Ahora que ya conoces las diferencias, vamos a centrarnos en el concepto “hipoteca” y en los tipos que existen, los requisitos y los gastos asociados a ellas.
¿Qué es una hipoteca?
Como señalamos en la sección anterior, hablando estrictamente desde un punto de vista legal, la hipoteca solo hace referencia a la garantía, no al préstamo en sí. Aunque ni el Código Civil ni la Ley Hipotecaria nos dan una definición clara de “hipoteca”, este último documento sí que la define como un concepto que “sujeta directa e inmediatamente los bienes sobre los que se impone, sin importar quién sea su poseedor, al cumplimiento de las obligaciones para cuya seguridad fue constituida” (art. 104, Ley Hipotecaria).
Sin embargo, vamos a emplear la definición coloquial en este artículo. En esta definición, el término “hipoteca” también hace referencia a un préstamo hipotecario, es decir, la propiedad que financias es la que pones como garantía para el préstamo.
Tipos de hipoteca
Como hemos mencionado anteriormente, la hipoteca es un derecho real de garantía que recae sobre bienes inmuebles y otros bienes que la ley declara hipotecables (Ley Hipotecaria) para asegurar el cumplimiento de una obligación dineraria. Este derecho es el que permite al prestamista ejecutar (vender) la garantía (el bien) en caso de incumplimiento por parte del deudor con el fin de recuperar el dinero prestado.
Estos son los tipos de hipoteca según las clases de obligaciones y necesidades de los deudores y acreedores.
Hipoteca puente
El objetivo de contratar una hipoteca puente es integrar en un único producto la hipoteca de la vivienda que se pondrá a la venta y el préstamo hipotecario para el inmueble que se quiere comprar. El solicitante dispondrá de dos a cinco años entre la solicitud del préstamo y la venta de la primera vivienda, y la duración dependerá de las condiciones de cada entidad financiera.
Aunque se puede usar también con finalidades empresariales, lo más habitual es que se solicite para adquirir una vivienda nueva sin haber vendido la actual, y por este motivo se suele denominar hipoteca puente.
Estas son algunas de las situaciones en las que puede ser interesante solicitar un crédito puente hipotecario:
- Un cambio en la situación personal, como la llegada de un nuevo miembro a la familia que requiera vivir en un inmueble más grande.
- Un traslado a otra ciudad por motivos profesionales, lo que obviamente conllevará el cambio de domicilio.
- Una mejora de la situación económica personal que nos permita adquirir una vivienda mejor o en otra zona de la ciudad.
Cómo funciona la hipoteca puente
- Al contratar la hipoteca puente, el banco nos concederá un préstamo hipotecario con ambos inmuebles como garantía.
- Mientras dure el préstamo puente, podremos elegir qué tipo de cuotas queremos abonar (hablaremos de ello más adelante). Lo más habitual es que se conceda una carencia en el capital, es decir, pagar únicamente los intereses del préstamo hasta que se venda la vivienda.
- Una vez se haya vendido la vivienda, se cancelará parte de la deuda y se liberará la primera vivienda.
- Por último, será necesaria la formalización de una hipoteca convencional para el nuevo inmueble que se haya adquirido.
Tipos de cuotas a pagar con el préstamo puente
Las cuotas a las que se hará frente antes de vender la primera vivienda. Con el objetivo de aligerar la carga económica mientras se tengan ambas hipotecas, las entidades suelen ofrecer tres maneras distintas de hacer frente al préstamo puente:
- Cuota con carencia de capital: solo se hará frente a los intereses del préstamo, sin amortizar capital, hasta que se venda el inmueble.
- Cuota especial reducida: en este caso, se trata de un punto intermedio. Además de los intereses, también se irá amortizando una parte del capital. Aunque serán cuotas inferiores a las que se abonarán una vez termine el préstamo puente, la mayoría del dinero irá destinado a pagar intereses.
- Cuota normal: se pagan tanto los intereses como la amortización del capital.
Ventajas e inconvenientes de las hipotecas puente
Es importante conocer las ventajas y los riesgos de contratar una hipoteca puente antes de dar el paso. Empecemos por las ventajas:
- Más tiempo para vender la vivienda. Esta es una de las principales ventajas, ya que en el sector inmobiliario las prisas siempre son malas consejeras. Si dispones de más tiempo para realizar la venta, podrás conseguir un mejor comprador y no malvender tu vivienda a un precio inferior.
- Comodidad y flexibilidad. Poder elegir entre distintos tipos de cuotas nos permite adaptar el préstamo a nuestras necesidades económicas hasta que no se realice la venta de la vivienda.
Las desventajas de las hipotecas puente incluyen:
- Tiempo insuficiente para vender la vivienda. Aunque entre dos y cinco años puede parecer tiempo suficiente para vender una vivienda, en algunas ocasiones no es así. Este tiempo dependerá en gran medida de la vivienda que se vaya a vender y de la situación del mercado inmobiliario.
- Pérdida de valor del inmueble. En el caso de tardar mucho en realizar la venta, el inmueble puede ir perdiendo valor por los cambios en el mercado o su deterioro.
- Riesgo de perder propiedades. En el caso de no poder vender la primera vivienda, cuando acabara el periodo de carencia del préstamo puente se debería hacer frente al pago del capital hipotecado. En caso de no poder afrontarlo se podría acabar ejecutando la garantía sobre el inmueble.
Hipoteca inmobiliaria
Es la más común y recae sobre bienes inmuebles como viviendas, terrenos, edificios, etc. Se utiliza principalmente para financiar la compra del bien inmueble que sirve de garantía.
Hipoteca mobiliaria
A diferencia de la hipoteca inmobiliaria, este tipo de hipoteca recae sobre bienes muebles. Aunque es menos común, puede aplicarse a vehículos, maquinaria, equipos industriales, etc.
Hipoteca de máximo
Garantiza el cumplimiento de diversas obligaciones futuras y hasta un límite máximo de responsabilidad. Se emplea para asegurar líneas de crédito o préstamos con desembolsos sucesivos.
Hipoteca unilateral
La constituye el propietario del bien sin necesidad de recibir la aceptación del acreedor. Sin embargo, para que sea efectiva, el acreedor debe aceptarla posteriormente.
Hipoteca en garantía de rentas o pensiones
Asegura el pago de rentas o pensiones periódicas, pudiendo recaer tanto sobre bienes muebles como inmuebles.
Hipoteca funcionarios
Las hipotecas para funcionarios ofrecen condiciones más ventajosas en comparación con las hipotecas convencionales. Los funcionarios tienen un puesto de trabajo vitalicio y un salario muy estable, por lo que se les considera como un perfil de riesgo muy bajo. La mayoría de las entidades financieras ofrecen hipotecas en condiciones preferentes. Además, algunos bancos tienen convenios específicos con colectivos de funcionarios, permitiéndoles ofrecer productos especialmente diseñados para este tipo de trabajadores.
Entre las ventajas más comunes en las hipotecas para funcionarios destacan:
- Un tipo de interés más bajo. A las entidades bancarias les interesa captar a este tipo de cliente con un perfil de riesgo muy bajo, por lo que ofrecen opciones mucho más competitivas en cuanto a tipos de interés. De este modo, las cuotas de las hipotecas para funcionarios son más bajas.
- Mayor financiación. Cuando se solicita una hipoteca, el banco no suele conceder más del 80 % del valor de tasación del inmueble. En el caso de los funcionarios, y siempre dependiendo de la entidad, se puede llegar a un porcentaje más alto, aunque es muy poco común conseguir hasta el 100 % de financiación.
- Plazos de amortización superiores. Por norma general, las hipotecas no superan el plazo de amortización de 30 años. Y, aunque esto dependerá de la edad del solicitante o solicitantes, para los funcionarios se pueden conceder hipotecas con plazos de hasta 40 años.
- Menos comisiones. Los funcionarios pueden conseguir anular las comisiones asociadas a las hipotecas. Si a la entidad le interesa captar a ese cliente, puede ofrecerle eliminar las comisiones de apertura, amortización o cancelación.
- Menor vinculación con la entidad. Este apartado varía en función de la entidad, pero no suelen presionar con vinculaciones extras a clientes con un perfil de riesgo para intentar retenerlos. Según queda estipulado en la Ley 5/2019 que regula los contratos de crédito inmobiliario, estas vinculaciones nunca pueden ser obligatorias. Sin embargo, sí que acostumbran a ir ligadas a una mejora de las condiciones.
Hipoteca inversa
La hipoteca inversa es un producto financiero especialmente diseñado para personas mayores altamente dependientes o que acrediten una discapacidad igual o superior al 33 % que permite convertir en liquidez el valor de la vivienda sin perder la propiedad. Como bien indica su nombre, funciona de forma contraria a las hipotecas convencionales: el solicitante no tendrá que pagar una cuota mensual por el préstamo recibido, sino que recibirá la cantidad pactada por parte de la entidad bancaria como renta periódica o capital único.
Asimismo, en ningún momento cambia la titularidad de la vivienda, sino que funciona como garantía del préstamo. En este sentido, el propietario puede seguir viviendo en ella o incluso alquilarla si así lo desea.
En caso de que no se transmita la titularidad de la propiedad, los herederos se harán cargo de la devolución del préstamo. Si el titular fallece, los herederos podrán devolver el dinero a la entidad bancaria de varias formas:
- Devolver el dinero al banco pagándolo de su bolsillo y quedarse con la vivienda.
- Vender el inmueble para pagar la deuda.
- Contratar una nueva hipoteca para así hacer frente a la deuda poco a poco.
Suele concederse un año para devolver el préstamo desde que fallece el titular. Además, es muy habitual que la cantidad que devolver sea inferior al valor de tasación de la vivienda.
Requisitos para poder acceder a una hipoteca inversa
Los requisitos para poder acceder a este producto son, entre otros:
- Ser propietario de una vivienda libre de cargas. Si existe una hipoteca pendiente, será necesario cancelarla antes de la contratación. Sin embargo, las entidades bancarias suelen adelantar la cantidad que quede pendiente a cuenta del préstamo que se recibirá.
- Tasación de la vivienda. La vivienda debe estar tasada por un valor superior a 150 mil euros y asegurada contra daños.
- Ubicación del inmueble. En la mayoría de los casos, las entidades solicitan que la vivienda que vaya a actuar como garantía del préstamo esté ubicada en una capital de provincia. Además, en los últimos años, las hipotecas inversas solo suelen concederse en el caso de viviendas habituales, y raramente con segundas residencias.
- Tener herederos. Los herederos serán los encargados de devolver el capital del préstamo y los intereses derivados. Por eso es un requisito indispensable en algunos tipos de hipotecas inversas.
Tipos de hipotecas inversas
Existen varios tipos de hipotecas inversas con diferentes características para adaptarse a las necesidades del solicitante.
Hipoteca inversa temporal
Este tipo de hipoteca inversa ofrece una cantidad mensual pactada por un periodo de tiempo determinado. Cuando haya pasado este plazo de tiempo, el cliente no perdería la propiedad de la vivienda, pero sí dejaría de recibir el dinero. Además, el préstamo seguirá generando intereses hasta que se amortice en el momento en que fallezca el titular.
Las cantidades recibidas dependerán de la edad del solicitante, del valor de tasación de la vivienda y del periodo por el que se solicite el préstamo. Este tipo de producto suele ser más atractivo para personas de mayor edad que la hipoteca inversa vitalicia.
Hipoteca inversa vitalicia
En este caso, el cliente recibirá una renta mensual vitalicia, mientras que la mensualidad será siempre inferior a la percibida con la hipoteca inversa temporal. El motivo es que las entidades quieren asegurarse de que no tendrán que ingresar más dinero que el valor de tasación del inmueble. La cantidad recibida siempre dependerá de la edad del solicitante, del valor de la vivienda y de otros factores como la esperanza de vida. Este proceso, conocido como cálculo actuarial, permite estimar los costes teniendo en cuenta una serie de variables.
Hipoteca inversa de disposición única
En este caso, el cliente recibe la cantidad pactada en un pago único para administrarlo como mejor le convenga.
Algunas entidades que ofrecen hipoteca inversa también permiten solicitar una combinación de los dos productos, es decir, recibir una cantidad más elevada al inicio del préstamo e ir cobrando mensualidades más reducidas.
Con transmisión de la titularidad de la vivienda
Se trata de una de las operaciones más habituales con este tipo de producto, ya que no es necesario tener herederos. Se transmitirá la titularidad de la vivienda a la empresa financiera que nos ofrece el producto. Siempre se conservará el usufructo vitalicio de la vivienda, lo cual permite habitarla o incluso alquilarla. El mayor inconveniente es que, en el caso de haber herederos, se perdería el derecho a revertir la operación.
Hipoteca voluntaria
El propietario del bien la constituye de manera libre y voluntaria para garantizar una obligación propia o ajena. Requiere de la formalización en escritura pública y su inscripción en el Registro de la Propiedad.
Hipoteca legal
Surge por disposición de la ley para garantizar ciertas obligaciones específicas, como en el caso de los derechos del cónyuge en la división de bienes matrimoniales o las deudas fiscales.
Hipoteca de tipo fijo/variable
La característica principal de una hipoteca a tipo fijo es que se aplica el mismo interés durante toda la vida del préstamo. De esta manera, la cuota mensual a pagar siempre será la misma, independientemente de que los tipos de interés del mercado suban o bajen. No obstante, el mayor inconveniente de este tipo es que el periodo máximo de amortización es inferior al de la hipoteca de tipo variable, lo que conlleva que las cuotas mensuales sean más altas.
Por otro lado, las hipotecas variables se caracterizan por tener un tipo de interés flexible que sube o baja según los cambios en el índice de referencia como el Euríbor. Por lo tanto, el principal inconveniente de este tipo de préstamo es la incertidumbre que conlleva en las cuotas mensuales. Su popularidad se debe principalmente a que su periodo de amortización suele ser mayor y, por tanto, las cuotas más bajas.
La decisión de elegir una hipoteca fija o variable depende de la situación personal y de lo que más beneficie según las características económicas de cada usuario. En caso de no tener claro cuál puede ser la mejor opción, se recomienda siempre contactar con un asesor financiero que pueda aconsejaros de una forma más personalizada.
Hipoteca con aval
La entidad a la que se solicite un préstamo hipotecario para la compra de una vivienda puede requerir una garantía adicional para aprobarlo, ya que las cantidades suelen ser elevadas. Si no se cumplen todos los requisitos, el banco podrá ofrecer una hipoteca con aval.
Pero ¿qué es un aval? El aval es una garantía adicional para la entidad que concede el préstamo. Esto es, un contrato en el cual una persona garantiza el cumplimiento de las obligaciones económicas de otra, asumiendo el pago de la deuda en caso de incumplimiento.
¿Qué es una avalista?
Cuando no hay suficiente seguridad de devolución del préstamo, un avalista responderá con sus bienes presentes y futuros en caso de impago por parte del titular. Además, existen los avales bancarios, donde el banco actúa como avalista, y los más comunes son los avales técnicos, que certifican el cumplimiento de las obligaciones financieras del cliente.
Requisitos para ser avalista
El banco exige que el avalista cumpla determinados requisitos, tal y como sucede a la hora de conceder una hipoteca:
- Ser mayor de edad.
- Tener ingresos elevados y estables provenientes de una nómina, pensión u otra fuente.
- Tener un historial crediticio limpio, sin deudas pendientes y comprobado a través del CIRBE.
- Contar con patrimonio propio, que servirá como garantía adicional en caso de impago.
Riesgos de una hipoteca con aval
El avalista también corre una serie de riesgos en este tipo de hipoteca:
- Deberá asumir el pago de las cuotas e intereses si el titular incumple.
- En caso de impago, existen las mismas consecuencias legales, como el embargo de sueldo o bienes.
- En caso de impago, figurará en la CIRBE, lo que reduce su capacidad para solicitar otros préstamos.
Los riesgos específicos dependen del tipo de aval firmado y las probabilidades de impago del titular, permitiendo al acreedor exigir la ejecución del aval si se demuestra la imposibilidad de pago del titular.
Requisitos para pedir una hipoteca
Existen dos tipos de requisitos a la hora de solicitar una hipoteca: económicos, que se centran en asegurar que puedes devolver el préstamo, y no económicos, que se centran en aspectos como la documentación y las vinculaciones.
Requisitos económicos para obtener una hipoteca
Uno de los factores más importantes que los bancos consideran al solicitar una hipoteca es tu situación económica. Para asegurar los pagos, te pedirán que justifiques tus ingresos y que tengas ahorros iniciales. Aquí te mostramos los principales requisitos económicos:
- Ingresos fijos. Necesitas tener ingresos fijos para demostrar tu solvencia económica. Los bancos pueden pedir nóminas, contratos de trabajo fijo, certificados de saldo en cuenta o declaraciones de la renta.
- Trabajo estable. Tener un contrato fijo es esencial. Los bancos pueden ser más flexibles con empleados interinos del sector público.
- Ahorros iniciales (entrada del 20 %). Debes aportar al menos el 20 % del valor de tasación de la vivienda. Por ejemplo, si el valor de tasación es de 300 mil euros, necesitas una entrada de 60 mil euros para una hipoteca de 240 mil euros.
- Nivel de endeudamiento. No debes tener un nivel de endeudamiento superior al 35 % de tus ingresos; además, deberías estar al día con todos los pagos antes de solicitar una hipoteca.
- Historial crediticio. Un historial de crédito limpio aumenta tus posibilidades. Estar en ficheros de morosidad como ASNEF o RAI dificultará la obtención del préstamo.
En el caso de que tu perfil económico no se ajuste al que la entidad financiera considere oportuno, tienes la opción de aportar más garantías mediante el aval de una tercera persona: un avalista. De esta forma, el banco tiene una garantía extra de que podrá cobrar la deuda contraída, ya que el avalista se hará cargo de la hipoteca en caso de que el solicitante no pueda cumplir con los pagos.
Requisitos no económicos para obtener una hipoteca
Existen otra serie de requisitos junto a los económicos. Aquí compartimos algunos ejemplos:
- Vinculación con la entidad. La fidelidad es uno de los factores que los bancos consideran al dar financiación. ¿La razón? Que las entidades prefieren conocer al cliente y estar al tanto de todas sus operaciones: cobros fijos, en qué gastan el dinero, etc. Estar vinculado con la entidad implica que te solicitarán contratar tarjetas, depósitos, planes, fondos de pensiones o seguros de vida y de vivienda. Hay que destacar que a veces hay vinculaciones obligatorias para obtener un préstamo hipotecario (por ejemplo, tener una cuenta bancaria con el mismo banco para facilitar los pagos de la hipoteca), mientras que en otros casos se trata de vinculaciones opcionales. Ten en cuenta que los bancos suelen ofrecer mejores condiciones para tu préstamo cuantas más vinculaciones contrates. Por ejemplo, un caso muy habitual es el de beneficiarse de una bonificación del tipo de interés por contratar un seguro de vida y hogar y domiciliar tu nómina con el mismo banco.
- Aportar toda la documentación necesaria. Aunque a veces se subestima su importancia, es un aspecto fundamental, sobre todo por los estrictos requisitos de los bancos a la hora de otorgar financiación. Al final y al cabo, el objetivo de la entidad es comprender a la perfección la situación del solicitante antes de aprobar la hipoteca:
- Documento de identidad (DNI o pasaporte) en vigor.
- Vida laboral lo más actualizada posible.
- La última declaración de la renta.
- Extractos bancarios de los últimos meses.
- Escrituras de la propiedad.
- Justificación de todos los préstamos que tengamos y los últimos pagos.
- Contrato de alquiler y sus últimos cobros en caso de que proceda.
Gastos relacionados con la hipoteca
Todos somos conscientes de que contratar una hipoteca supone un desembolso de dinero que va más allá del precio del inmueble, ya que la firma de este contrato conlleva una serie de trámites burocráticos con unos gastos asociados, tanto antes como después de la concesión.
Gastos previos
Los gastos previos a la concesión de la hipoteca se centran en la tasación del inmueble, una tarea que llevan a cabo tasadores oficiales homologados y cuyo objetivo es determinar su valor real y la cantidad del préstamo a solicitar. Además, el Banco de España supervisa el trámite para asegurar que haya transparencia. Este gasto suele variar entre 300 y 700 euros.
💡Aunque la Sentencia del Tribunal Supremo de fecha 23 de diciembre de 2015 (STS 705/2015) determinó que las instituciones financieras deberían asumir una serie de gastos, hoy en día no están obligados y solo es aplicable para hipotecas anteriores a junio de 2019. La Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario, vigente desde el 16 de junio de 2019, define quién debe asumir cada gasto de formalización de la hipoteca. Siempre que se respete el reparto previsto, no hay nada que reclamar. En todo caso, las instituciones deben asumir los gastos de notaría, inscripción en el registro de la propiedad y gestoría, mientras que el comprador se encarga de los gastos de tasación del inmueble (aunque algunas entidades los asumen voluntariamente) y de pagar las copias de la escritura que solicite.
Gastos posteriores
Los gastos posteriores a la concesión de la hipoteca se dividen entre:
- Gestoría. Gestiona todos los trámites hasta la inscripción en el Registro de la Propiedad. Sus honorarios varían entre 400 y 600 euros.
- Notaría. Los gastos notariales dependen del valor del inmueble y están regulados por ley. Para un inmueble de 150 mil euros, los gastos notariales son de alrededor de 900 euros.
- Registro. El registro del inmueble es obligatorio y el coste también depende del valor del inmueble.
- Comisión de apertura. Es la comisión que cobra la entidad financiera por conceder el préstamo, que puede llegar hasta el 3 % del capital prestado. Algunas entidades reducen este gasto al mínimo.
- Impuestos.
- El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) se aplica únicamente a las viviendas de primera mano y está establecido en un 10 %.
- En el caso de los de segunda mano, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) varía entre el 6 y el 10 % dependiendo de cada comunidad autónoma.
- Finalmente, el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD) se aplica a los actos jurídicos documentados, incluidos los documentos notariales. El importe varía según la cantidad de la hipoteca y la comunidad autónoma, entre el 0,5 y el 1,5 % de la responsabilidad hipotecaria (que incluye el capital, los intereses y los gastos).
Cómo calcular una hipoteca
Si estás pensando en comprar una vivienda y pedir una hipoteca, es crucial conocer cómo calcular la cuota mensual para asegurarte de que puedes hacer frente a los gastos cómodamente. Además, hay que considerar los gastos asociados, como las tasas de apertura y los intereses, así como el tipo de hipoteca para poder hacer un cálculo más preciso. A continuación te damos algunas claves para calcular tu hipoteca con precisión.
Simuladores de hipoteca
Un simulador de hipoteca es una herramienta muy útil para calcular las cuotas mensuales de una hipoteca, ya sean de tipo fijo o variable. Además, te permiten:
- Calcular cuotas al contratar una nueva hipoteca.
- Comparar una hipoteca existente con otros productos.
- Determinar la cantidad restante por pagar.
Existen dos tipos de simulador, el básico y el completo. El simulador básico:
- Calcula la cuota mensual para hipotecas a tipo fijo.
- Requiere el importe de la hipoteca, el interés y el plazo de amortización.
- Es fácil de usar y suele estar disponible online.
- Ejemplo: Santander ofrece un simulador de hipoteca en su sitio web, donde los usuarios pueden estimar la cuota mensual y otros costes asociados con el préstamo hipotecario.
Por otro lado, el simulador completo:
- Proporciona una visión detallada de todos los costes, incluidos los intereses variables.
- Permite conocer la cantidad total del préstamo y comparar diferentes opciones de hipoteca.
- Ejemplo: Bankinter ofrece un simulador avanzado que permite calcular la cuota mensual y simular escenarios con diferentes tipos de interés, plazos y condiciones específicas del préstamo hipotecario. Además, proporciona información detallada sobre los costes adicionales como seguros y gastos de notaría.
💡 Atención: si estás viviendo en un piso y deseas comparar los gastos mensuales totales de la hipoteca con los costes de alquiler, ten en cuenta que tienes que incluir los gastos adicionales que deben asumir los propietarios (por ejemplo, IBI, gastos de comunidad, seguro de hogar, tasa de basura, mantenimiento, etc.). Todos estos extras pueden sumar más de 100 € al mes.
👉 Más información: Calcular intereses en un préstamo: guía rápida
Dónde solicitar una hipoteca
Para constituir una hipoteca como derecho real, es necesario seguir una serie de pasos legales y administrativos en distintas instituciones. Aquí te detallamos dónde puedes acudir:
- Bancos y cajas de ahorro. La mayoría de las hipotecas se solicitan y gestionan a través de entidades financieras. Estas instituciones proporcionan los fondos y formalizan el contrato de hipoteca. Los bancos establecidos como BBVA, Santander, Caixa o Banco Sabadell tienen una amplia experiencia en este ámbito.
- Cooperativas de crédito. También ofrecen hipotecas y pueden ser una opción, especialmente en áreas rurales o en cooperativas sectoriales.
- Neobancos. Las plataformas financieras digitales, como Openbank (banco digital del Banco Santander), EVO Banco, Imagin (banco digital de Caixa) o MyInvestor ofrecen una experiencia bancaria moderna y pueden tener opciones competitivas en términos de hipotecas.
- Comparadores de hipotecas. Utilizar sitios web de comparación de hipotecas como Bankimia, iAhorro, o Kelisto puede ser útil para obtener una visión general rápida de las diferentes ofertas disponibles en el mercado.
- Asesorías especializadas. Empresas como Gibobs o Finteca se dedican a ayudar a las personas a encontrar la mejor oferta hipotecaria para sus necesidades. Pueden ofrecerte asesoramiento personalizado, comparar múltiples opciones y negociar en tu nombre para obtener las condiciones más favorables.
Al explorar estas opciones, recuerda siempre hacer tu propia investigación, comparar diferentes ofertas y negociar cuando sea posible. Una hipoteca es una decisión importante con un impacto muy alto en tu vida, así que tomarte el tiempo para encontrar la opción adecuada puede marcar una gran diferencia en tu economía a largo plazo.
Préstamo con garantía hipotecaria: concepto, tipos, y requisitos
El préstamo con garantía hipotecaria también tiene un proceso determinado, así que aquí vamos a definir el concepto, los tipos que existen y cómo obtenerlo.
¿Qué es un préstamo con garantía hipotecaria?
Como comentamos brevemente al principio, este tipo de préstamo se basa en usar la propiedad, ya sea una casa, un apartamento o un local, como garantía del cumplimiento de pago. Por otro lado, también te permite usar el dinero para lo que quieras y no solo para financiar la misma propiedad que pones como garantía (como en un préstamo hipotecario).
La cantidad del préstamo variará según el valor de la propiedad, la cantidad de hipoteca pendiente, la situación financiera, las deudas pendientes o el nivel de ingresos. Por ejemplo, la cantidad mínima que puedes solicitar en Suitaprest para este tipo de préstamo es de 15.000 €, mientras que la máxima es del 40 % del valor de la propiedad. El plazo para devolver el préstamo oscila entre 10 y 20 años.
Tipos de préstamo con garantía hipotecaria
Un préstamo con garantía hipotecaria te permite aprovechar el valor de tu propiedad para obtener liquidez y utilizar el dinero según tus necesidades. Por este motivo, existen distintos tipos de préstamo con garantía hipotecaria según el objetivo o la situación financiera:
- Préstamo para reunificar deudas. Se utiliza para consolidar múltiples deudas en un único préstamo, lo que permite al prestatario simplificar sus finanzas y gestionar mejor sus pagos mensuales.
- Préstamo con ASNEF. Están diseñados para ayudar a aquellos que tienen historiales de crédito desfavorables a obtener financiación cuando lo necesitan. A menudo, las personas que están en ASNEF pueden tener dificultades para obtener préstamos en bancos tradicionales.
- Préstamo para negocios. Diseñado específicamente para cubrir las necesidades financieras de una empresa, como la compra de equipo, la expansión del negocio, la inversión en tecnología, el capital adicional y la contratación de personal.
- Préstamo para autónomos. Este préstamo está diseñado para ayudar a trabajadores autónomos que necesitan capital para invertir en su negocio, cubrir gastos operativos, adquirir equipos o maquinaria, ampliar sus instalaciones, contratar personal, etc.
- Préstamo para pensionistas. Destinado a personas jubiladas que reciben ingresos regulares en forma de pensión para ayudarles a cubrir necesidades financieras específicas, como gastos médicos inesperados, reparaciones del hogar, viajes, o cualquier otro tipo de gasto personal.
- Préstamos para jubilados. Podrás acceder a este préstamo acreditando unos ingresos fijos y regulares, como una pensión o el cobro de alquileres.
- Préstamos para desempleados. Estos préstamos pueden ayudar a cubrir necesidades básicas como alimentación, vivienda, servicios públicos, transporte o cualquier otro gasto esencial. Obtener un préstamo en situación de desempleo puede ser más difícil, ya que los prestamistas suelen evaluar la capacidad de pago del prestatario.
- Préstamo para reformas. Financia la renovación de tu vivienda, ya sea como inversión o para mejorar tu calidad de vida.
- Préstamo para herencias. Cuando una persona fallece y deja bienes, propiedades o activos, sus herederos pueden enfrentarse a diversos gastos, como impuestos de sucesión, honorarios legales o gastos de notaría, entre otros.
- Préstamo para embargos. Están diseñados para ayudar a las personas a hacer frente a sus obligaciones financieras y resolver la situación de embargo, sobre todo a personas que tienen embargos judiciales o administrativos sobre sus bienes (por ejemplo, embargo de su cuenta bancaria) o su nómina.
Requisitos para pedir un préstamo con garantía hipotecaria
Existen distintos tipos de garantías para préstamos, y en el caso del préstamo con garantía hipotecaria, representan uno de los dos requisitos principales. Es más, lo ideal es que la propiedad inmobiliaria esté sin cargas o con una hipoteca mínima. En caso de que no seas el propietario, los interesados deberán acudir ante notario para la firma.
El otro requisito es tener ingresos suficientes demostrables. Por ejemplo, nómina, pensión, cobros de alquiler, etc.
Si cumples con estos requisitos, la documentación a presentar incluye:
- Documento de identidad vigente (DNI, NIE o pasaporte).
- Escrituras de la propiedad.
- Comprobantes de ingresos (nóminas, declaraciones de impuestos, extractos de la cuenta bancaria, etc.).
- Historial crediticio (Certificado de la CIRBE y justificantes de pago de los préstamos existentes).
- Nota simple (Colegio de Registradores).
- Tasación de la propiedad.
- Recibo del IBI.
Gastos relacionados con el préstamo con garantía hipotecaria
Al igual que con la hipoteca, también existen una serie de gastos para el préstamo con garantía hipotecaria; además, recuerda que legalmente el préstamo hipotecario y el préstamo con garantía hipotecaria son conceptos similares.
Por ello, los costes son bastante similares, especialmente si usas el préstamo para comprar una vivienda. Ten en cuenta que, aunque no destines el préstamo a la compra de un inmueble, tendrás que afrontar otros gastos similares.
- Tasación del inmueble. Antes de otorgar el préstamo, el prestamista puede requerir una tasación profesional del inmueble que se utilizará como garantía y cuyo coste asumirá el solicitante del préstamo.
- Gestoría. Si se requieren servicios de gestoría para realizar trámites administrativos relacionados con el préstamo, como la inscripción de la hipoteca en el registro de la propiedad, los gastos pueden ser responsabilidad del prestatario.
- Notaría. Los gastos asociados con la escritura pública del préstamo y la hipoteca, así como otros trámites notariales, pueden ser responsabilidad del prestatario y varían según la jurisdicción y la cantidad del préstamo.
- Comisión de apertura. Algunos prestamistas pueden cobrar una comisión de apertura al inicio del préstamo que puede ser un porcentaje de la cantidad del préstamo y suele pagarse al momento de formalizarlo.
- Seguro de vida o seguro de hogar. Algunos prestamistas pueden requerir que el prestatario contrate un seguro de vida o de hogar como condición para otorgar el préstamo. Estos gastos adicionales pueden variar según el proveedor del seguro y las características del inmueble y del prestatario.
Dependiendo de la finalidad del préstamo, podrás incurrir en otros costes que no están estrictamente relacionados con el préstamo con garantía hipotecaria en sí.
Por ejemplo, si usas el préstamo para reunificar deudas, es muy probable que tengas costes relacionados, como la comisión por cancelación anticipada, comisión de amortización anticipada, gastos administrativos, gastos notariales y registrales, etc.
Dónde conseguir un préstamo con garantía hipotecaria
Para obtener un préstamo con garantía hipotecaria, puedes acudir a diversas instituciones financieras, incluyendo bancos tradicionales, cooperativas de crédito, entidades financieras especializadas en préstamos con garantía hipotecaria y algunas plataformas en línea.
Aunque existen bancos tradicionales como BBVA, Santander, CaixaBank y Banco Sabadell, que ofrecen préstamos similares, solo las entidades especializadas como Suitaprest limitan los requisitos a una propiedad sin hipoteca o con una mínima y unos ingresos demostrables.
Es importante investigar y comparar diferentes prestamistas para encontrar la opción que mejor se adapte a tus necesidades y circunstancias financieras.
A continuación, te explicamos cómo conseguirlo paso a paso.
Préstamo con garantía hipotecaria de Suitaprest
Obtener un préstamo con garantía hipotecaria en Suitaprest es fácil. Aquí te detallamos los pasos a seguir:
- Solicitud de presupuesto. Puedes solicitarlo a través de nuestro formulario online, por vía telefónica o visitando personalmente nuestras oficinas.
- Estudio en 24 horas. En cuestión de horas, recibirás una respuesta.
- Documentación. Una vez que la propuesta esté aprobada, tan solo tendrás que enviar la documentación necesaria, que en este caso se limitará a documentos relativos a la propiedad y los ingresos.
- Tasación. La tasación de la propiedad será emitida por una entidad regulada por el Banco de España, garantizando así un proceso transparente y fiable.
- Firma. La Ley de Crédito Inmobiliario (LCI) establece que la formalización de un préstamo con garantía hipotecaria debe hacerse mediante la firma ante notario en dos ocasiones, con un margen de 10 días en España (14 en Cataluña). Además, tienes la libertad absoluta de elegir el notario donde desees firmar.
- Ingreso. El importe del préstamo será depositado en tu cuenta bancaria el día en el que completes la segunda cita con el notario. Rápido y eficiente.